Ciudad de México.- El gobierno federal destina poco presupuesto a prevenir la obesidad, la diabetes y enfermedades en general desde 2014, año en que se creó el impuesto a bebidas azucaradas y comida chatarra, y en el último semestre sólo se dio un peso de cada cinco que obtiene de este tipo de IEPS a programas de salud, y el resto a gastos de gobierno en general.
Datos de la Secretaría de Hacienda muestran que el gobierno recaudó 23 mil 410 millones de pesos a través del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas azucaradas y a la comida con alta densidad calórica en el primer semestre de 2020. Sin embargo, para el programa presupuestario específico de Prevención y Control del Sobrepeso, Obesidad y Diabetes, la Secretaría de Salud erogó sólo 221 millones de pesos en enero-junio, es decir, 0.9% de lo obtenido.
Este porcentaje se amplía si se incluye el programa presupuestario general Prevención y Control de Enfermedades, que ejercen el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud, que, en conjunto, erogaron cuatro mil 428 millones de pesos en el periodo de referencia, con lo cual la proporción sube a 19.9% de la recaudación del impuesto citado.
Un patrón similar se observó entre 2016 y 2019, en el cual para el programa específico para la obesidad y diabetes se destinó en promedio 1.1% de la recaudación del IEPS; en tanto que la proporción se elevó a 18.9% promedio anual con la inclusión del programa general de prevención de enfermedades. En los inicios del impuesto, entre 2014 y 2015, no se destinaba ni el 3.0% de los ingresos a los programas de prevención.
El impuesto, que se creó en la administración pasada, nunca ha sido enfocado directamente a los programas de prevención y salud como muestran los datos de Hacienda, y 80 por ciento de lo captado va a gastos generales de gobierno, sin etiquetar.
Con información de Excélsior